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Los laterales y su contexto: ¿qué sucede en Brasil y qué pasa en Uruguay?

La diferencia parece ser notoria: el lateral brasileño es veloz y profundo, y el uruguayo principalmente es duro y fuerte en defensa. Entendiendo que pueden haber excepciones a lo largo de la historia, las diferentes características llevan a preguntarse qué sucede en estos dos países fronterizos con marcadores de punta tan disímiles.

ESPN Uruguay recogió distintas opiniones para tratar de entender estas dos caras de lo que puede ser una misma moneda, preguntándose por qué Brasil genera constantemente laterales de gran proyección ofensiva y qué sucede en las formativas del fútbol uruguayo.

¿CUESTA FORMAR LATERALES EN URUGUAY?

Sebastián Taramasco (ex Coordinador de Formativas y actual Gerente deportivo de Nacional) comentaba hace algunos meses en ‘Derechos Exclusivos’ (Radio Uruguay 1050 AM) que ‘no es fácil encontrar laterales por ninguno de los dos sectores’.

Taramasco señalaba: “Hay aspectos vinculados a lo táctico y a los modelos de juego que tratamos de solucionarlos a nivel de juveniles, por ejemplo insistiendo que en las primeras edades formativas la línea de cuatro en defensa sea una regla, eso nos permite tener laterales que después jugarán de carrileros o pasarán a jugar de externos, pero primero que se identifiquen como laterales”.

Este último punto es remarcado por el entrenador Alejandro Cappuccio, quien trabajó en las juveniles de Wanderers y Peñarol: “Creo que no llega a nadie a inferiores diciendo ‘yo soy lateral’, entonces hay que hacer a los laterales; en Séptima es el momento, como me pasó con Ezequiel Busquets que era ‘10’ de Peñarol y lo puse de lateral, o como con Robert Ergas que siendo volante por afuera en la Primera de Rentistas lo pusimos de lateral, o como sucede en Montevideo City Torque con Franco Pizzichillo. Creo que los entrenadores tenemos que, de acuerdo a la propuesta, tratar de buscar qué tipo de jugadores nos cumplen todos los ítems que necesitamos para ese puesto”.

¿La dificultad está en que a los futbolistas ‘no les nace querer ser lateral’? Cappuccio contestó: “Exacto, pasa que el bueno quiere ser nueve o volante, y entonces lo que puede suceder es que los grandes, los altos, son los zagueros, y como que el lateral nunca termina siendo el mejor jugador previo a comenzar Séptima división. En muchos casos se está dando que volantes son utilizados como laterales porque ya manejan las prestaciones ofensivas de un extremo o de un volante por fuera y se les enseña marcar; es más difícil enseñarle a jugar a un marcador”.

El técnico remarcó: “Es más fácil pasar de volante a lateral que de zaguero a lateral por un perfil físico, por las transiciones para terminar levantando un centro como un puntero y terminar cerrando la línea de cuatro al lado del zaguero. Un zaguero generalmente es más lento, entonces tendrá más problemas en el uno contra uno con el extremo y va a tener inconvenientes para pasar en las transiciones porque tiene fibras lentas ya solo por su estructura de medir más de 1,80 (el físico más habitual de un zaguero); pero, salvo algunas veces para jugar de visitante en el exterior, cada vez menos se ven planteos de cuatro zagueros”.

El defensa uruguayo Mathías Laborda puede jugar tanto de central como de lateral, posición en la que volvió a jugar en el 2020 en la Primera de Nacional. El futbolista, actualmente en Vancouver Whitecaps de la MLS, comentó en su momento a ESPN: “Desde el 2015 no jugaba de lateral, noté un cambio principalmente en lo físico, por ahí de zaguero ya te aplomás un poco más, tenés un par de piques pero tenés más tiempo para recuperar; de lateral la intensidad es distinta. Además, es diferente jugar con la raya pegada a la espalda, el tema de los perfiles te saca mucha visión del campo y hay que adaptarse a eso rápido, cuando recibís un balón de tu zaguero tenés menos opciones de pase”.

¿QUÉ SUCEDE EN BRASIL?

Marcelo y Matías Viña son los jugadores referentes en el puesto de Laura Felipe (lateral uruguaya de River Plate de Argentina); el ídolo de Gio González (jugador del Mallorca) es Dani Alves; Bruno Silva observaba lo hecho por Cafú, y el expuntero Alberto Bica (fallecido en agosto del 2021) recordaba cuánto sufrió jugando ante Brasil un amistoso en el Maracaná en 1979: “En vez del lateral marcarme a mí, yo lo corrí de atrás a Junior durante toda la noche”.

Salvo Viña, la referencia a los brasileños en este puesto es recurrente y la lista se puede ampliar a Roberto Carlos, Branco, Nilton Santos, Carlos Alberto, y un largo etcétera. ¿Pero por qué?

El periodista colombiano Eduardo Ustariz destacaba en su ‘Curso de Comunicación y Análisis Táctico de Fútbol’ el valor de los medios de comunicación para influir y retroalimentarse de determinados aspectos del juego, y relató que en 1919 la prensa brasileña publicó un artículo donde se mencionaba el estilo de su fútbol, determinado por las características del brasileño.

Esa nota de más de cien años remarcaba que el brasileño es por ejemplo distinto a una persona británica, teniendo menos paciencia y por eso los defensores sudamericanos subían al ataque y remataban de larga distancia al arco rival. Ustariz valoró que esa ponderación de las características de determinados defensores brasileños puede generar una ‘conciencia colectiva de que así se juega al fútbol en Brasil’. En el texto se repite algo que evidentemente es cierto sí, pero subrayándolo sobre el resto; y entonces los futuros jugadores escuchan ese relato y se enfocan en desarrollar las virtudes que se destacan, y así el resultado son laterales que suben permanentemente porque desde hace algunas décadas además el mundo valora esa cualidad de los brasileños.

“Es cultural, históricamente Brasil ha sacado muy buenos laterales, que durante mucho tiempo se mantuvieron y mantienen en equipos grandes a nivel mundial. Su formación viene para que ataquen y traten de dar salida al juego”, destacó Bruno Silva en ESPN.

Y agregó: “Yo miraba mucho a Cafú, un lateral completo. Dani Alves también marcó una época adaptándose al cambio del juego y cumpliendo las funciones de una manera sorprendente porque casi siempre tomaba buenas decisiones incluso teniendo la limitante de la raya en presiones del rival durante partidos muy importantes. Pude ver a Alves en vivo en la final de la UEFA Champions League 2014/2015 y no perdió una pelota, él es el claro ejemplo de la evolución del lateral”.

El fútbol actual trae algunos ejemplos que tal vez marquen una contraposición a lo detallado, y son los laterales uruguayos Guillermo Varela, José Luis Rodríguez, Matías Viña y Joaquín Piquerez. Varela actualmente juega en Flamengo, el Pumita Rodríguez en Vasco da Gama, y Viña y Piquerez han sido los últimos dos laterales izquierdos del Palmeiras, campeón de la CONMEBOL Libertadores 2020 y 2021.

Viña, transferido en agosto del 2021 a la Roma de Italia, estando a préstamo desde enero en el Bournemouth de Inglaterra, ha afirmado que en Brasil aprendió ‘a distribuir mejor su potencial físico’ y así discernir mejor cuando pasar al ataque y cuando ser apoyo: “Antes iba al ataque todo el tiempo, capaz que no tenía espacio para subir y subía igual y me llevaba la pelota por delante; ahora si no tengo el espacio para ir priorizo ocupar otros espacios”.

Tal vez los buenos rendimientos de estos jugadores, y su reconocimiento en el propio fútbol brasileño, podría transformarlos en referencias uruguayas para el puesto y, si se describe desde la prensa el valor de su rol, colaborar también con la formación de laterales uruguayos que recojan y desarrollen el legado de, entre otros, José Leandro Andrade, Shubert Gambeta o Luis Ubiña, grandes referencias históricas de half back en el Uruguay.