El entrenador del Pachuca, Paulo Pezzolano, habló con ESPN Uruguay sobre cómo ha afrontado su etapa al frente de los Tuzos, y de las diferencias entre el fútbol uruguayo y el mexicano.
El entrenador uruguayo del Pachuca destacó la calidad técnica de los futbolistas mexicanos y comentó cuáles son los aspectos del juego que deben mejorar.
Pezzolano llegó en diciembre de 2019 al Pachuca, luego de su exitosa etapa como entrenador de Liverpool y Montevideo City Torque en el fútbol uruguayo. La adaptación a México llevó su tiempo, ya que tenía que enfrentarse a un plantel con muchas nacionalidades distintas y jugadores internacionales con sus países. En la última temporada, atravesó una racha inicial de nueve partidos sin ganar. “Es la primera vez que me ocurre de arrancar un campeonato y no ganar por tantos partidos. Fue un aprendizaje tremendo porque deja muchas cosas. A veces, ganar facilita el camino, pero cuando te pasan estas cosas aprendés mucho. La realidad es que fue espectacular que me pasara eso y seguir en el equipo y llegar a una semifinal”, explicó, en referencia a su lugar entre los cuatro mejores del último Clausura.
Superar esa racha negativa no fue sencillo. “Lo único que me generó fue mucha tranquilidad, pensar y tratar de resolver lo que estaba pasando”, dijo, y que lo reconfortó el apoyo incondicional de las autoridades del club y del plantel. “Era increíble que perdiéramos los partidos. Teníamos cinco o seis chances de gol claras, nos llegaban una vez y nos ganaban. Una vez, dos veces... pero nueve partidos sin ganar y no entendías por qué. Por suerte estamos en un club como Pachuca, un club serio que mira más allá del resultado. Si fueran resultadistas, no durábamos ni seis partidos. Miran el trabajo y muchas cosas fundamentales para un entrenador y eso es lo que da tranquilidad”, contó.
A un director técnico ofensivo y que le gusta que sus equipos dominen la posesión como a él, el fútbol mexicano parecía calzarle a la perfección. “Cuando me llegó al chance de Pachuca fue espectacular. En mi primera salida del país como DT, ir a dirigir a Pachuca con 36 años era una posibilidad única. El país era espectacular para jugar de la manera que me gusta, salir jugando, apostar a que llegue la pelota bien jugada a la zona alta, todos los equipos apuestan a lo mismo”, describió el entrenador uruguayo.
Pero no todo fue color de rosas, ya que las diferencias entre de juego entre el futbolista uruguayo con el del mexicano son notorias, y Pezzolano contó que lograr una mayor disciplina táctica requiere de mucho trabajo, de repeticiones para lograr la automatización. “El mexicano tiene mucha calidad técnica, agarran la pelota, empiezan a tocar y no se la sacás. Nosotros les tratamos de agregar intensidad cuando perdemos la pelota, agresividad cuando no la tenemos y mucha atención táctica. Hay muchísimos goles de pelota quieta en contra y a favor porque se pierde siempre la marca en la segunda pelota. O pasa que un lateral no cierra. Les pasa a todos los equipos. Se trata de trabajar mucho eso, de repetirlo mucho, de hablar con el jugador, que mire muchos videos para tratar de tener los menos errores posibles”, contó.
Esta característica hace que los partidos en México suelan tener marcadores abultados, y que hasta que no pite el juez no se sepa con certeza quién se llevará los puntos. El DT repasó un partido contra Pumas, donde iban ganando 2 a 0 y les descontaron a los 91’ y empataron a los 93’. “Cuesta mucho cerrar los partidos. Es lo que tiene el uruguayo, para nosotros cerrar los partidos es lo más fácil que hay porque vivimos eso y lo tenemos en la sangre. Lo que nos cuesta a nosotros es ir a buscar los partidos, y acá eso no les cuesta nada”, agregó.
Pezzolano también describió al torneo mexicano como muy complicado porque casi todos los equipos son de relevancia y pueden pelear por el título, además de que son potentes desde lo institucional y tienen jugadores internacionales de calidad. Pero a la hora de destacar las complejidades del campeonato de México, el “Papa” hizo una mención especial para las diferencias geográficas y climáticas que deben enfrentarse cada vez que se visita a un nuevo rival. “En Torreón, donde juega Santos Laguna, te puede agarrar un día de 45 grados. En Toluca hay 2.700 metros de altura y juegan a mediodía. Acá en Pachuca hay 2.400 metros, jugamos de noche, te morís de frío y les quema más para que entre el aire. El DF tiene 2.300 metros, juega Pumas a mediodía y con el smog se nos ahogan los jugadores. En el norte tenés los lugares al lado de la playa donde hay una humedad tremenda para nosotros que vamos de la altura y se los jugadores se ahogan rápido. Tenés que estar preparando cada partido como si fuera una final con todos esos inconvenientes. A fin de cuentas, no podés jugar en todas las canchas iguales como te gustaría”, contó.
El “Papa” no es el único entrenador uruguayo que el Grupo Pachuca, grupo empresarial que abarca a equipos de diversos países. En Talleres de Córdoba está Alexander Medina, y Diego Forlán comenzó a trabajar recientemente en Atenas de San Carlos, ambos clubes del grupo. Para Pezzolano, a veces los uruguayos no nos valoramos tanto como lo hacen fuera de fronteras. “Me pasa a mí mismo, que miro a mi equipo y digo ‘me falta esto y lo otro’ y capaz que mirás lo que te falta y no lo bueno que tenés como equipo, eso y nos pasa a los uruguayos. Vas al exterior y les encantan los técnicos uruguayos porque apuestan a ganar y tienen personalidad. Me encantaría tratar de valorarnos mucho más, tenemos cosas muy buenas”, indicó.
Pezzolano recordó el exitoso paso de Diego Alonso por Pachuca, que le abrió las puertas a otros como él para llegar allí, y dijo que su objetivo es poder continuar esa senda ganadora para que otros compatriotas puedan seguir llegando a dirigir a tierras mexicanas.