Emiliano Lasa habló en exclusiva con ESPN y realizó un balance de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde finalizó en el 13° de la competencia de salto largo. El atleta uruguayo contó que si bien no quedó conforme con el resultado final, logró cumplir con el objetivo de llegar a competir luego de haber superado varias dificultades, entre ellas una operación que casi lo deja afuera de la contienda más esperada.
Sobre su participación en los Juegos, Lasa dijo que quedó “contento por haber podido estar ahí, por haber podido llegar, porque si hubiese sido en 2020 no hubiera podido competir porque pasé por una cirugía y no me iban a dar los tiempos. La pandemia ayudó, en ese sentido, pero después la etapa de clasificación se hizo muy cuesta arriba a todos en Sudamérica, porque las competencias que suman puntos están en Europa y era muy difícil poder viajar. Por suerte se pudo llegar”.
Respecto a su actuación, Emiliano aseguró que “si bien la preparación fue dificilísima y hubo muchísimas limitaciones, no me quedé conforme con el resultado. Pude llegar bien y creo que podría haber entrado en la final, se vio que estaba en ese nivel, quedé solo a un centímetro del décimo puesto. Me hubiese encantado llegar, porque no tengo dudas de que me hubiera ido bien. Pero estoy contento de haber estado ahí una vez más, entre los mejores del mundo, y después de haber superado la lesión. Ahora ya pensamos en el Mundial del año que viene y en los Juegos de París”.
Una fractura por estrés en la tibia casi le impide participar en Tokio. De hecho, si la pandemia no hubiese obligado a postergar la competencia, no habría podido decir presente. “Si se hacían en 2020 no llegaba, mi operación fue en febrero y en marzo se tomó la decisión que ya se veía venir, que era la postergación de los Juegos Olímpicos. Mi idea fue siempre recuperarme bien, pero llevó un poco más tiempo de lo previsto, y por eso me sirvió la postergación”.
Lasa también se refirió a lo estresante que resultó la preparación para competir en los Juegos Olímpicos en pandemia, no solo por la restricción de la movilidad sino también por el riesgo constante de un posible contagio que lo dejara afuera de la contienda. “Fue muy estresante, y eso me dio una gran tranquilidad después de que pude competir. Sentía que no lo estaba disfrutando por todo el estrés que estábamos pasando, sobre todo para poder ir a las competencias, los viajes, la preparación. El mes previo a los Juegos estuve entrenando solo en España porque mi entrenador, que es brasileño, no podía entrar a Europa desde Brasil. Yo podía pasando por Uruguay y con un montón de trámites de por medio. A eso se le suman los cuidados para no contagiarte, porque si te contagiabas ya no ibas a Tokio".
El uruguayo habló sobre la particularidad de competir en estadios vacíos, en una de las ramas que más público mueve durante los Juegos. “Los estadios de atletismo siempre están llenos y esto fue atípico. Obviamente, para un atleta las medallas y las marcas valen lo mismo y en el momento de competir estás concentrado en hacerlo bien y competir de la mejor manera, pero fue algo diferente y eso se sentía. También en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, que siempre es a estadio lleno con un gran ambiente. Ahí uno se daba cuenta de que eran unos Juegos atípicos”.
Algo a lo que los deportistas tuvieron que adaptarse durante su estadía en Tokio fue a la utilización de la App Ocha, que constantemente monitoreaba a los protagonistas de los Juegos a la exposición del covid-19. “Ya la eliminé y la eliminé de mi cabeza. Desde que llegamos al aeropuerto de Japón nos las pidieron mil veces, llenando mil formularios de salud, apenas nos subimos al avión de regreso la eliminé”.
El saltador uruguayo elogió la actuación de Italia, la gran revelación de los Juegos Olímpicos en cuanto al Atletismo, y reveló que el ganador de los 100 metros llanos, Michael Jacobs, competía anteriormente con él. “Fue un campañón tremendo del atletismo de Italia, no me lo esperaba. Sin dudas que los 100 metros también, porque Jacobs, el ganador de la medalla de oro, era colega mío en salto largo y yo le ganaba. Él ya hacía en ese entonces pruebas de 100 metros también, pero no era tan bueno como ahora. Sorprendió Italia, se ve que hicieron un gran trabajo previo, uno imaginaba a Estados Unidos, Jamaica y algún sudafricano como protagonistas. Esas son las cosas que tienen los Juegos Olímpicos, son especiales y los deportistas tienen mucha más presión que lo habitual, es una competencia diferente”.
Consultado sobre cómo se sintió en el momento de competir buscando la clasificación a las series finales, Lasa contó que “yo me sentía muy bien previamente, sobre todo en la entrada en calor. Estaba muy bien físicamente, pero lo que me faltaba era afinar un poco más en la parte técnica ya que había realizado la última etapa de la preparación sin mi entrenador, y eso lo suplí un poco en base a mi experiencia, pero hay detalles que los corrige un entrenador. Yo los fui mejorando con el correr de la competencia, estoy seguro de que estaba para más, y por eso me quedé con algo de pena, porque sé que si clasificaba a la final iba a ser otra cosa. Solo me faltó un centímetro, pero además se dio algo particular, y fue que mi serie saltó antes que la otra, por lo que los otros atletas ya sabían cuanto tenían que saltar para clasificar. Yo cuando hice mi tercer salto estaba 7° y estaba clasificando, saltás más tranquilo”.
El atleta se refirió a su amistad con Diego Lugano y con Luis Suárez: “A Diego lo conozco desde hace años en San Pablo, siempre ha estado muy pendiente de mí y hemos hecho una muy buena relación. Está muy arriba de los deportistas en general, incluso tuvo la intención de ir a apoyarnos a Tokio, pero no se dio por la pandemia. Suárez siempre fue un referente deportivo a nivel nacional, siempre dije que me encantaría conocerlo y lo conocí hace unos años en Barcelona. Siempre estuvo a disposición, lo fui a ver una vez jugando en Barcelona y me invitó a tomar unos mates, lo fui a ver a una práctica, estuvimos conversando un poco. Es una gran persona, un tremendo deportista que hay que valorarlo mucho”.
Lasa habló sobre su vínculo con Peñarol, institución a la que se vinculó en estos últimos meses de cara a su preparación olímpica: “Ahora compito por Peñarol. Hicimos un contrato a principio de año y en las competencias que participo en Uruguay y en Brasil lo hago representando al club. Fue en un momento muy importante para mí, cuando yo venía parado por mi cirugía, sin competencias y muchas incógnitas. Se acercaron, mostraron interés en apoyarme, pensando en el atletismo y en su profesionalización creo que es un paso muy importante”.
Sobre los deportistas de élite con los que se cruzó en la Villa Olímpica, contó que “andaba Djokovic por ahí, que estaba en nuestra misma villa, con algunos jugadores de la selección de fútbol de Brasil. Sin dudas que es algo increíble estar en una mini ciudad junto a los mejores deportistas del mundo”.
Finalmente, Emiliano Lasa habló sobre lo que viene por delante: “Ahora me voy a Italia a competir en un meeting el 31 de Agosto, el 4 de setiembre en Bruselas compito por la Diamond League por puntos para el Mundial de Oregon, y con la posibilidad de entrar a la final de la Diamond League. La última sería en Suiza el 14 de setiembre, un World Challenge Gold, de los mejores, para cerrar la temporada 2021 de cara a lo que va a ser el próximo año”.